Sexto Concepto: La Disociación.

Escuchar la música, fundirse en el abrazo, sentir el embrujo de la música, caminar el tango...son la esencia del tango, es la base de la comunicación en la pareja.

Para que esta comunicación adquiera su exquisitez es necesario aprender a disociar.

La disociación permite un baile cómodo sin perder el abrazo íntimo.

Por tal entendemos la dirección que toma la parte alta del cuerpo (de la cintura para arriba) con respecto a la parte baja (cintura, caderas y piernas), ambas sin perder el eje personal de cada bailarín.

Con respecto a la parte alta, el centro del pecho (el plexo solar) de cada bailarín se deben buscar mutuamente con el del compañero/a en todo momento del baile. De esta manera se genera un movimiento envolvente.

Cuando se adquiere una buena disociación, se pueden realizar todo tipo de movimientos, el danzar se torna muy cómodo y la marcación es mas fácil de sugerir y de interpretar.

Lo importante en la disociación, como en todo el tango, es no perder el propio eje.

Con respecto a la parte baja, la cintura es la protagonista y también la jefa de toda la disociación, ya que la cintura direcciona a las piernas y estas le sigue.

En la parte alta son los hombros los que direccionan a todo el bloque del abrazo (torso (caja toraxica), hombros y brazos.)

El torso por medio de la dirección que dan los hombros (lado abierto, o lado cerrado) son los que crean la dirección y la marcación.

En la parte baja los pies se buscan en un sentido envolvente, es decir que la mujer hace los pasos lo mas cerca del varón y el varón lo misma hacia la mujer, siempre con comodidad y sin forzar nada.




Un buen ejemplo de la disociación son los Ochos (adelante y atrás). Los ochos son un paso llave en el tango, es decir que sirve para combinar otros pasos o generarlos.

La mujer: Esperar la marcación, disociar pivoteando, generar el paso (sin peso), trasladar el peso y...repetir la secuencia hasta que el hombre proponga otra cosa.

El Hombre: tiene que ser claro en la marcación, invitar al paso teniendo paciencia que la mujer traslade el peso antes de invitar a otro paso.

Toda esta marcación se da desde arriba, es decir desde los hombros. Ambos bailarines unidos en un abrazo intimo, buscándose los plexos, y sin perder el eje.

Los pies seguirán las directivas, cuya dirección será disociar de la parte alta a la baja.


El ejercicio que permite tener una gran disociación:

- Frente a la pared apoyar las manos, sin moverlas de la pared con el pecho en dirección a la pared.
- Girar la cintura, pivoteando en un pie.
- Sacar el paso y luego trasladar el peso.
- Repetir la secuencia.

Pueden ser ochos adelante o ochos atrás o combinarlos.

Lo importante es que el torso mire la pared y la cintura mire hacia los laterales.


Ochos atrás




Ochos adelante





Guillermo Brizuela
Instructor de Tango / Taxi Dancer Services

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